Concurso de Oratoria

Hoy tuve el honor de ser juez de un concurso de oratoria de secundarias a nivel seccional. Me invitaron hace un par de semanas a ser una de los jueces de dicho concurso y acepté si problemas, pero nunca imaginé todo lo que esto iba a significar para mí.

Llegué media hora antes de la hora de inicio, pude ver como fueron llegando los muchachos, sus maestros y padres y como el ambiente se fue llenando de seriedad, nervios y emoción.

Ví pasar al frente a los muchachos de secundaria y decir sus discursos, unos con seguridad, otros con los nervios en cada palabra que salía de su boca, hubo quien se soltó llorando y no pudo continuar, hubo otros que olvidaron partes de su discurso, o el discurso entero, hubo quien improvisó, pero también hubo quien dijo con gran convicción cada palabra.

La verdad, yo me transporté. Estar ahí me hizo recordar muchas etapas de mi vida, ví una parte de mí en cada uno de ellos.

Me acordé de Marthita en la primaria, esa niña con una increíble timidez, un poco de inseguridad, un mucho de ingenuidad y esa gran convicción, valentía, voluntad y corage para lograr lo que se proponía.

Me encontré con la adolescente de secundaria, tan expuesta a tantos cambios tan de pronto, pero en el fondo, tan la misma de primaria. Quizás un poco más dispuesta a arriesgar y a divertirse, con miedos e inseguridades, pero también con convicciones y carácter, eso sí una soñadora incansable.

Pude también visualizar a Martha en la prepa, la etapa más dura, pero quizás de la que más aprendí. La Martha fuera de todo lo suyo, expuesta a demasiadas cosas desconocidas y con tanto miedo de enfrentarse con sigo misma, una chava con más confusiones que sueños, pero con más carácter, valentía y voluntad, humilde y servicial y a la vez confiada y centrada. Etapa de cambios, etapa de conocer el primer amor, etapa de sufrir por el primer amor, etapa de conocer más a Dios y de Dios, etapa de confusiones, multiples confusiones, etapa de amigos, etapa de soledad, etapa de no saber quien se es, etapa de conocerse más, etapa de vivir demasiado en tan sólo 3 años.

Que raro fue pensar en Martha la de profesional. Comenzó una Martha con algunos sueños y dudas, con ganas y expectativas, con convicciones y esperanzas, con mucha timidez y algo de inseguridad, con errores y aciertos. Terminó una Martha triunfante, segura, confiada, con muchos sueños realizados, incluso aquellos que ni siquiera imaginó, con carácter, con más ganas, con mucha voluntad y muchas anecdotas compartidas con gente que jamás imagino que existiría.

Al pensar en mí actualmente, no pude dejar de sorprenderme. No encuentro el momento en que Marthita la de primaria llegó a ser esta mujer. Me doy cuenta que he hecho más de lo que jamás imaginé, que Dios me ha llenado de bendiciones y que a mi corta edad he logrado lo que cuando tenía 9 o 10 años hubira pensado que me sería imposible.

Terminaron de pasar todos los participantes, se sacaron los 3 primeros lugares, con un empate en el primer lugar. Se despidieron y todos se fueron a casa, todos y también los ganadores, aunque definitivamente, este concurso de oratoria, la que ganó fuí yo. =)