El día del concierto de Mago de Oz
El mes pasado me pasó algo (iba a decir raro, pero hablando de ella... mmm), me pasó algo muy común con una amiga.
Pensé que ella estaba en la abrumadora, divertida y extrañada ciudad de México, tal cual me dijo que estaría desde mi cumpleaños, pero nooooooo de pronto recibí un mensajito suyo, vía messenger y me dice que está aquí en Chihuahua. Cabe mencionar que para mi cumpleaños me dijo que no estaría, y sin embargo ella organizó una rápida reunión con nuestros ex-compañeros de la oficina, así es ella.
Nos pusimos de acuerdo para vernos al día siguiente, ella llamaría como a las 6:00 p.m. más o menos, en cuanto llegara de Delicias, y dieron las 6, 7, 8 y todo sereno, yo pensé que ya no la vería, pero... ohhh sorpresa.. casí a las 9 llamó.
Me alisté y fuí por ella, decidimos llegar a un Denisse (mismo en el que tengo muchos y múltiples recuerdos), pedimos un par de cafés express y platicamos horas sobre su vida y la mía en los últimos meses.
Luego fuí a llevarla a su casa, nos despedimos y le desee la mejor de las suertes! No sé cuando la vuelva a ver, ya dejó México y ahora anda vagando por algún nuevo rumbo haciendo de las suyas.
No es increíble como hay amigos que uno conoce y se hacen importantes a pesar de no verse tanto? Además nos dejamos de ver meses, sin saber una de la otra, pero al reencuentro la confianza es la misma y el cariño más grande. De verdad lo único diferente es que vamos madurando y así también madura nuestra amistad.
Te Quiero Mucho Amiga!
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